Lo soporto porque te quiero y porque se que en el fondo tu también.

Que me encanta cada vez que me tocas, me abrazas o me besas, me pones la piel de gallina, y eso lo sabes perfectamente. Todas esas sonrisas que me sacas, valen oro...
No soporto cada vez que la miras, la haces reír o te intereses por ella, pero aguanto, ¿y sabes por qué? Porque te quiero. Y esto lo se porque tengo mucho orgullo y cada vez que discutimos o te enfadas, me arrastro para que me perdones y todo vuelva a ser como antes. Se que te he hecho sufrir mucho, a igual que tu a mí, estamos a medias, y nuestras buenas rachas compensan por mucho nuestras malas rachas.
Sólo me queda una cosa mas que decir: por favor no me olvides jamás y sigue queriéndome como lo has hecho desde el primer día.