miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Vale?

Cada segundo que paso mirándole sin que se de cuenta, es un segundo que pierdo sin estar con él, o sin hablar con él, voy a lanzarme, necesito saber qué piensa, necesito que me pare los pies o que me bese, pero que haga algo.
La Rae define la palabra VALOR como fuerza, actividad, eficacia o virtud de las cosas firmeza de algún acto, cualidad de la que YO CAREZCO ;]

lunes, 13 de septiembre de 2010

...

L: Hola Duff-Man!
M: oh yeah!
L: Jaja
Qué tal?
M: way y tu
L: Me alegro
Bien, llegué hace un ratillo de Jover
M: Estaba él?
L: No
M: jeje
L: Ni si quiera me contesto al privado...
Tengo la impresión de que pasó lo que pasó y no nos volveremos a ver más, ni me dirá nunca de quedar, ni NADA de NADA
M: alomejor..
Tu no te ilusiones mucho por si acaso
L: Ups!
Algo tarde...
M: no
L: Si
M: Noooooooooooooooo
L: Si!
Misael dice:
juuuuum
L: Porque no deje de pensar ni un solo momento en el, cuando no podía siquiera mirar sus fotos, porque estuve una semana LOCA por intentar hablar con el, porque esa semana, me basto para saber, que me gusta mas de lo que debería.
Por eso, es demasiado tarde
M: Sabias a lo que te exponias haciendolo
L: No, en ese momento no pensaba en las consecuencias, sino en disfrutar el poco tiempo que tenia a su lado
M: No se que decir la verdad
L: Dime que tengo la razón, o bueno, no lo hagas, en el fondo, yo se que la tengo

Es realmente increible.

No puedes concentrarte, saltas cada vez que suena el teléfono, miras el sms más de 100 veces al día, querrías escribir canciones, incluso sientes la necesidad de decir su nombre en cualquier convensación. SIEMPRE es lo mismo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Él y sólo él.

Íbamos caminando sin rumbo fijo entre risas y pocas palabras, de repente se paró y dejó en el escalón de la tienda lo que llevaba en las manos y me dijo que no se movería de allí hasta que no accediera a su juego, solté una carcajada y como tenía prisa, acepté.
Cogió sus cosas y continuamos caminando pero no por mucho tiempo...
Estaba más cariñoso de lo normal, pero sinceramente a mi no me importaba.
Me cogió de la mano e insistía una y otra vez en que me girara hacia él y tras pocos minutos, le hice caso. Me enroyé entre sus brazos, y lo miré, no dejaba de sonreir por nada del mundo... Estábamos cara a cara, a poco más de 10 cm. y no me pude contener...
Le besé.
Luego como una tonta me separé de él, y le dije apoyando mi cabeza sobre su hombro;
Tengo que irme...
Tras una bola enorme de arrepentimiento y a la vez orgullo, caminé lo más rápido que pude y fui consciente de como me decía que aflojara el paso, y le obedecí.
Tan pronto como pudo, me preguntó si volvería a verme algún día más en la playa, y mis últimas palabras fueron;
no lo sé.