Creo que no pido tanto, tan sólo querer conectarme para hablar contigo, pensar en ti 25 horas al día 8 días a la semana, escribir tu nombre en los cuadernos, irme a la cama pensando en ti, que me hagas reír, que me quieras, que me mimes. Y creo que todo eso me lo puedes dar, así que... ¿A qué esperas estúpido? No pienses en lo que no deberías pensar, y hazlo.

Repítele mil veces todo lo que le quieres por mucho que se lo hallas dicho ya. Respira hondo. Ponte eufórica. Camina como una modelo. Besa a la mayoría de personas que puedas. Ríete extremadamente de todo. Emborráchate. Ilusiónate con tonterias. Limpia tu habitación. Ama el chocolate. Deja que piensen que estás loca. Baila... de la forma que sea, pero baila. Canta en la ducha. Desobedece. Rompe la dieta. Habla horas por teléfono. Mira el reloj... son las 4:36 de la mañana y?. Sácate fotos. Monta en bici. Repito... juega. Fúgate de clases. Aprueba. Escucha música hasta quedarte sorda. Hínchate a helado. Haz daño... no mucho, pero hazlo. Cáete de una silla. Aprende a olvidar rápido y a necesitar poco. Practica tu deporte favorito. Ponle tilde a lo que te dé la gana. Dí delante de tu novio lo bueno que están todos sus amigos. Recuerda canciones viejas. Echa miradas por la calle. Hazle esperar. Cae en sueños profundos. Apréndete una coreografía... o mejor... todas las que veas. Vuelve a casa a las 10 de la mañana. Siéntete sexy. Mira Titanic. Cómprate ropa de tío. Baja a tu portal a verle. Rememora recuerdos. Cárgate un móvil o mas de uno. Léete un buen libro. Viaja. Siente mariposas en el estómago. Llora. Vive igual que un hielo por la espalda, un beso detrás de la oreja, como cosquillas más allá de tu estómago. Igual que morder una guindilla, besar labios desconocidos, un final inesperado, tu canción favorita, una hora de masajes... Vive.

CUIDADO,

porque vengo pisando fuerte.